Atraídos por la posibilidad de ganar en dólares, los profesionales buscan oportunidades en empresas y clientes fuera de Argentina para desarrollarse
Vivir en Argentina, cerca de los afectos, trabajando desde casa pero ganado en dólares. Ese sueño de muchos, cada vez más, se está haciendo realidad. Porque las tecnologías, el contexto y sobre todo el talento, están. Entonces esa idea de combinar las ventajas de lo local con el desafío de trabajar para un cliente internacional, es un factor que motiva a cada vez más profesionales (de informática, finanzas, diseño y marketing digital, entre otros) a mirar afuera, pero desde adentro.
Es el caso de Leandro Germán López Scavelli, director de arte y productor audiovisual que desde hace un tiempo se propuso que su cartera de clientes sea más del exterior que local. Y para eso viene trabajando desde hace años, tejiendo pacientemente una red de networking con colegas y colaboradores que le permite relacionarse con personas de todo el mundo. “Para abrirte al mercado extranjero hay que entrar en esa comunidad, en un ida y vuelta de colaboradores que te recomienden. El networking es fundamental para expandirse –plantea Leandro–. Hoy estuve hablando con alguien de España que está promoviendo un servicio audiovisual y sabe que cuenta conmigo. Se trata de invertir tiempo en relacionarse con gente de tu ámbito. La clave para expandir las fronteras es generar lazos reales con personas que tengan nuestros mismos intereses. Nunca se sabe qué puede resultar de una charla; el día de mañana esa persona se instala en otro país, se acuerda de vos y te llama. Cultivar las relaciones es muy importante”.
Como ejemplo, López Scavelli cuenta que de un encuentro que tuvo hace años con alguien sin que en ese momento haya sacado nada en concreto, surgió una sociedad. “Esa persona, que ahora vive en Barcelona y trabaja ahí, es mi socio y me sumó al staff de la empresa, que se especializa en personal branding para deportistas y también para el mercado inmobiliario. Esa tarde tenía una entrega muy importante para una empresa multinacional al otro día, y sin embargo fui, me junté y ahora, años después, puedo decir que fue un acierto”, cuenta.
Leandro German se instaló en Bariloche desde donde trabaja para una cartera de clientes mitad local y mitad extranjera. (Gentileza Ariel Nicolás @awka.ph)Gentileza
Hoy por hoy la cartera de clientes de López Scavelli, que por la pandemia hace meses se instaló en Bariloche, es 50% local y 50% internacional. Pero la idea es que el porcentaje del ámbito extranjero crezca cada vez más: “Para organizarme trabajo en capas: lo local es la urgencia, lo que hay que resolver ya y lo del exterior son proyectos más a largo plazo. Acá también hay empresas que trabajan muy bien y para las que es un placer compartir proyectos”, sostiene.
Robert Mc Lean es director creativo ejecutivo de Encender Comunicación, una agencia independiente. El 40% de sus clientes son extranjeros (principalmente de latinoamérica), y la idea es que esa proporción siga creciendo. “Creamos contenidos: fotos, videos, newsleters, guiones y campañas para redes sociales para empresas de Chile, México, Uruguay y Colombia. Trabajar para afuera se dio naturalmente. Nos buscan por recomendación de clientes con los que trabajamos y también por una cuestión de costos, pero cuando contratan argentinos se sorprenden por el talento. Y para los locales cobrar en moneda extranjera es un plus”, sostiene Mc Lean, que a pesar de que vive de la publicidad, escribe novelas para adolescentes y está por sacar una trilogía, que también planea ubicar en el exterior. “El mundo de la novela es 100% exportable también y para eso hay que moverse con un buen editor que en mi caso es Cristina Alemany. Yo creo que lo principal para atraer clientes de afuera es especializarse en algo. En este sentido, los generalistas tienen menos chances. Perfiles de SEO, Big Data, CMR (administración de relaciones con el cliente, por sus siglas en inglés) son los que más posibilidades tienen. Y otra cuestión es armarse un muy buen perfil en LinkedIn y si sos artista o creativo un gran portfolio de trabajos”, recomienda Mc Lean.
Candidatos en tensión
Desde el lado de las consultoras de búsqueda de estos perfiles para trabajar para empresas del exterior aseguran que la tendencia está en aumento, lo que provoca cierta tensión entre compañías de afuera que esperan beneficiarse del talento en Argentina pagando salarios más bajos de los que pagarían en su lugar de origen, y las locales, que no pueden igualar lo que se paga en el exterior. “Los candidatos valoran trabajar para afuera porque pueden tener una movilidad diferente, atando su sueldo al dólar y beneficiarse con la diferencia –sostiene Rodrigo Blanco, fundador de la consultora Aliancers, especializada en este tipo de búsquedas–. Para ciertos perfiles, como los tecnológicos, dejó de ser atractivo trabajar para empresas locales. Jóvenes que se dedican al desarrollo, data modem, soporte cloud, big data prefieren hacerlo para empresas de afuera. Hay una demanda en el mundo muy grande de estos candidatos insatisfecha y las empresas compiten por esos perfiles y los buscan donde estén”, sostiene Blanco, que agrega que una búsqueda puede tardar 50 días. Sin embargo, cuando se trata de un perfil tecnológico la tasa de cierre es muy baja. “El 65,5% de los procesos que nos encargan terminan con un candidato seleccionado. Pero en tecnología eso porcentaje cae al 30 por ciento, es decir cerramos 1 de cada 4 búsquedas que nos encargan.”
Rodrigo Blanco, de la consultora Aliancers, sostiene que para ciertos perfiles, como los tecnológicos, dejó de ser atractivo trabajar para empresas localesSantiago Cichero/AFV
Lo que sucede en este sector, en los que los candidatos no abundan, es que al tener tantas posibilidades de trabajo directamente ignoran ciertas oportunidades. “Hay algunos perfiles que reciben de 10 a 15 propuestas diarias, Muchos candidatos dejan de contestar o bajan su perfil de LinkedIn para no recibir propuestas porque estar en la vidriera de forma permanente es muy estresante. Otros, no te contestan ningún mensaje. Directamente ni los miran”, plantea Blanco.
Hoy con el tipo de cambio paralelo consiguen un data analyst semi senior por la mitad de lo que se pagaría en Estados Unidos (de 4 o 5 mil dólares, contra 2000). Aunque las empresas locales tratan de hacer un esfuerzo, no pueden igualar esos sueldos, siempre hablando de mandos medios, no altos. “A los jóvenes les importa el sueldo líquido, no tanto los beneficios. No ven el largo plazo, miran el hoy, tener algo más en el bolsillo ahora, que les permita vivir mejor el hoy, darse ciertos gustos. Son otras mentalidades y no quieren nada que los ate a un lugar físico”.
Facundo Cejas, de 25 años, trabaja para una startup externa en la que se desempeña como líder de operaciones. “Estoy en Buenos Aires cobrando en el exterior como empleado de esa empresa, que tiene oficinas en Uruguay. Lo atractivo de trabajar para afuera es cobrar en dólares, y no perder capacidad de compra frente a la inflación esperando que te aumenten el sueldo –asegura–. El gran tema es cómo cobrar ese dinero sin perder en el cambio de dólares a pesos. Ahí hay tres opciones: ir a Uruguay y retirar los dólares en efectivo de la cuenta que te abrió la empresa, a través de una financiera o casa de cambio, o apostar a las criptomonedas que es a lo que opté yo. Hay bancos virtuales como Binance en el que pongo pongo mi dinero dentro de una billetera virtual y voy cambiando a medida que necesito el dinero”, describe.
Blanco asegura que hay un abanico de posibilidades amplio para cobrar: “Si son empresas grandes las que contratan les hacen contrato desde una filial del exterior y le pagan desde el exterior, en su totalidad o en parte. Pero se dieron cuenta de que se le hace difícil al empleado cobrar ese dinero sin perder y muchas utilizan las tarjetas prepagas también. Si la tarjeta tiene alguna presencia en Argentina les hace un valor parecido al dólar MEP o blue. También son comunes los pagos en criptomonedas: que después las transforman en efectivo a un valor muy conveniente”.
López Scavelli, por ejemplo, empezó a estudiar en profundidad el tema de las criptomonedas para poder cobrar los trabajos que realiza para el exterior. “Siendo un profesional independiente hay que cubrir muchos aspectos. Uno de ellos es cómo cobrar sin perder en la conversión a pesos. Y me puse a investigar el tema de criptos. Es crucial, sino no se puede trabajar en esta modalidad. Hay que entender cómo funciona ese universo porque sino no te va funcionar trabajar para afuera –plantea–. No es difícil, es cuestión de sentarse, investigar y ver la mejor manera. Lo bueno es que como somos muchos los que estamos en la misma, intercambiamos información y contamos nuestras experiencias. Da un poco de miedo porque hay especulación e incertidumbre pero hay que probar. Mi elección es quedarme acá, ganado en dólares. Para mí es la fórmula perfecta”, dice Leandro. a modo de conclusión, mientras mira a través de los grandes ventanales el imponente paisaje de Bariloche. Una afirmación que, a primera vista no parece exagerada.
Fuente: lanacion.com