Vivir en Argentina, cerca de los afectos, trabajando desde casa pero ganando en dólares. Ese sueño de muchos y cada vez más, se está haciendo realidad. Atraídos por la posibilidad de ganar en dólares, buscan oportunidades en empresas y clientes fuera de Argentina para desarrollarse.
Entonces esa idea de combinar las ventajas de lo local con el desafío de trabajar para un cliente internacional, es un factor que motiva a cada vez más profesionales (de informática, finanzas, diseño y marketing digital, entre otros) a mirar afuera, pero desde adentro. Porque las tecnologías, el contexto y sobre todo el talento, están.
Las consultoras de búsqueda de estos perfiles para trabajar para empresas del exterior aseguran que la tendencia está en aumento, lo que provoca cierta tensión entre compañías de afuera que esperan beneficiarse del talento en Argentina pagando salarios más bajos de los que pagarían en su lugar de origen, y las locales, que no pueden igualar lo que se paga en el exterior.
“Los candidatos valoran trabajar para afuera porque pueden tener una movilidad diferente, atando su sueldo al dólar y beneficiarse con la diferencia –sostiene Rodrigo Blanco, fundador de la consultora Aliancers, especializada en este tipo de búsquedas.
Para ciertos perfiles, como los tecnológicos, dejó de ser atractivo trabajar para empresas locales. Jóvenes que se dedican al desarrollo, data modem, soporte cloud, big data prefieren hacerlo para empresas de afuera. Hay una demanda muy grande insatisfecha y las empresas compiten por esos perfiles y los buscan donde estén”, sostiene Blanco, que agrega que una búsqueda puede tardar 50 días. Lo que sucede en este sector, en el que los candidatos no abundan, es que al tener tantas posibilidades de trabajo directamente ignoran ciertas oportunidades. “Hay algunos perfiles que reciben de 10 a 15 propuestas diarias, Muchos candidatos dejan de contestar.
Aunque las empresas locales tratan de hacer un esfuerzo, no pueden igualar los sueldos, siempre hablando de mandos medios, no altos. “A los jóvenes les importa el sueldo líquido, no tanto los beneficios. No ven el largo plazo, miran el hoy, tener algo más en el bolsillo ahora, que les permita vivir mejor el hoy, darse ciertos gustos. Son otras mentalidades y no quieren nada que los ate a un lugar físico”.
Facundo Cejas, de 25 años, trabaja para una startup externa en la que se desempeña como líder de operaciones. “Estoy en Buenos Aires cobrando en el exterior como empleado de esa empresa, que tiene oficinas en Uruguay. Lo atractivo de trabajar para afuera es cobrar en dólares, y no perder capacidad de compra frente a la inflación, esperando que te aumenten el sueldo» asegura. El gran tema es cómo cobrar ese dinero sin perder en el cambio de dólares a pesos. «Ahí hay tres opciones: ir a Uruguay y retirar los dólares en efectivo de la cuenta que te abrió la empresa, a través de una financiera o casa de cambio, o apostar a las criptomonedas que es a lo que opté yo». Hay bancos virtuales como Binance en el que pongo pongo mi dinero dentro de una billetera virtual y voy cambiando a medida que necesito el dinero”, describe.
Blanco asegura que hay un abanico de posibilidades amplio para cobrar: “Si son empresas grandes las que contratan les hacen contrato desde una filial del exterior y le pagan desde el exterior, en su totalidad o en parte. Pero se dieron cuenta de que se le hace difícil al empleado cobrar ese dinero sin perder, y muchas utilizan las tarjetas prepagas también. Si la tarjeta tiene alguna presencia en Argentina les hace un valor parecido al dólar MEP o blue. También son comunes los pagos en criptomonedas: que después las transforman en efectivo a un valor muy conveniente”.
Cada vez hay más profesionales estudiando en profundidad el tema de las criptomonedas para poder cobrar los trabajos que realiza para el exterior. Da un poco de miedo porque hay especulación e incertidumbre pero hay que probar. Mi elección es quedarme acá, ganado en dólares. Para mí es la fórmula perfecta”, dice Facundo a modo de conclusión.