Te acercamos 7 puntos a tener en cuenta para definir la remuneración lógica a la que podrías aspirar. Además, otras claves que no se pueden desconocer para no resignar conquistas.
¿Tenés una oferta laboral y no sabés qué salario pedir? Existen algunas variables a tener en cuenta para buscar información y así llegar a una remuneración razonable.
Rodrigo Blanco, CEO y fundador de Aliancers, detalla los 7 caminos recomendados para obtener datos que permitan componer una remuneración lógica para una posición a tomar:
¿Tenés una oferta laboral y no sabés qué salario pedir? Existen algunas variables a tener en cuenta para buscar información y así llegar a una remuneración razonable.
Rodrigo Blanco, CEO y fundador de Aliancers, detalla los 7 caminos recomendados para obtener datos que permitan componer una remuneración lógica para una posición a tomar:
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- 1
Realizar un benchmark (comparativas de rendimiento) con colegas o pares de otras empresas.
2
Revisar informes salariales para tener al menos un parámetro de mínimo y máximo.
3
Consultar con reclutadores que pueden tener información fresca de mercado sobre lo que están pagando la posición.
4
Si la posición a la que se aspira es regional, puede ser muy útil recurrir a algunas calculadoras salariales que hay en varios países y que dan una referencia aproximada sobre cuánto se paga en la región.
5
Consultar a algún contacto que trabaje en el sector de recursos humanos.
6
Antes de dejar el trabajo actual, averiguar entre los mismos compañeros de trabajo cuánto se puede pedir ante una oferta o consultar a antiguos colegas que, como favor, podrían trasladar la consulta a departamentos en donde la posición existe y conseguir una respuesta.
7
Existen sitios que promueven ofertas laborales en donde se expresan las remuneraciones. Tomar un valor promedio y cotejar el número con consultas posteriores puede ser una manera de considerar ese parámetro.
Más allá de estas recomendaciones, el experto agrega que, una vez que encontraste el monto a pedir, de inmediato hay otras variables que tienen que acompañar esa negociación para que no pierda valor. El trabajo no es solo la remuneración. Tiene otros componentes importantes y es clave conseguir esas garantías y beneficios en el momento de contratación.
Estos puntos influyen en el empleo a aceptar:
- Negociar un ajuste de acuerdo al nivel de inflación o atarlo al movimiento del dólar oficial. Esto puede ser acordado por mes o trimestral. Hoy se están dando las 2 modalidades. Hay que ver cuál utiliza el empleador y sumarse.
- Si se va a realizar parte del trabajo de manera remota se puede solicitar al empleador todo el equipamiento más un reembolso por el pago del servicio de Internet en el domicilio. La ley de contrato de trabajo remoto prevé esto y es parte de la responsabilidad de quien contrata proveerlo.
- Las licencias son otro tema muy sensible. La mayoría de las personas busca mantener sus semanas de vacaciones de su trabajo anterior, no es común ceder días de vacaciones por aceptar un empleo nuevo. Por lo general, los empleadores se muestran flexibles a reconocer este punto y se llega a buen puerto. Pueden sumarse algunas negociaciones particulares dado el caso de que una persona sepa que ya se comprometió a viajar y pida también algunos días libres con fechas muy concretas o tenga el compromiso de cursar una carrera o posgrado o un familiar al que tiene que atender. Cuanto más ordenados estén estos pedidos, mejor va a fluir la negociación. Siempre es bueno plantearlos de entrada.
- El momento de ingresar a un nuevo trabajo también puede ser ideal para plantear otro beneficio que fue crítico en la pandemia: la capacitación a través de un curso que mejore las habilidades profesionales. Hoy se habla mucho de reskilling. No consiste en cambiar la carrera, sino en aprender y seguir mejorando el desempeño profesional. Hay empresas que están atentas a estas demandas y van incluyéndolas en sus contrataciones.